¿Alguna vez te has preguntado cómo nace una camiseta personalizada?
En RO&KA cada camiseta tiene una historia.
No se trata solo de estampar una frase o un diseño. Se trata de traducir ideas en tela, con alma, con estilo y con técnica.
En esta entrada te llevamos detrás de bambalinas. Desde que nos llega un mensaje por WhatsApp, hasta que entregamos esa camiseta que muchos usan como si fuera un escudo.
Aquí no usamos inteligencia artificial ni máquinas industriales.
Usamos serigrafía, creatividad y mucho corazón.
El primer boceto se escribe con palabras
A veces todo empieza con un mensaje como:
> “Hola, quiero una camiseta con una frase que diga ‘No me detengo ni para respirar’…”
Ese mensaje nos activa.
Preguntamos: ¿cómo la quieres? ¿Qué talla? ¿Para quién es? ¿Color claro u oscuro? ¿Tipografía? ¿Ubicación del diseño?
Aquí empieza la magia: convertir esa idea en algo usable, visible, real.
Diseñamos varios bocetos, los enviamos, ajustamos. Nada se imprime hasta que el cliente dice:
> “¡Esa es!”
Aquí no hay plantillas. Hay creación pura.
Una vez aprobado el diseño, lo adaptamos a formato de serigrafía.
Eso implica separarlo por colores, preparar la pantalla, elegir el tamaño exacto, y hacer pruebas sobre papel o tela de descarte.
La serigrafía es noble… pero exigente.
Cada color tiene su capa. Cada línea debe estar bien registrada. Cada tinta tiene su textura.
No usamos impresión digital ni transfers. Solo serigrafía, porque buscamos que el estampado dure más, respire mejor y se sienta con fuerza.
Un proceso artesanal, camiseta por camiseta
Con las pantallas listas, llega el momento del pulso.
Extendemos las camisetas sobre la mesa de trabajo, tensamos, alineamos.
Aplicamos la tinta con rasero, con la presión justa.
Secamos al calor.
Revisamos que no haya imperfecciones.
Y si algo no cuadra… empezamos de nuevo. Porque no entregamos nada que no usaríamos nosotros.
Cada estampado RO&KA **ha pasado por nuestras manos**, literalmente.
No hay producción en masa. Hay dedicación en serie.
De nuestras manos a la tuya
Una vez seca y revisada, la camiseta pasa al área de empaque.
Doblamos con cuidado, agregamos etiqueta, una tarjeta de agradecimiento y listo.
Muchas veces, incluso entregamos nosotros mismos los pedidos en Tuluá, o coordinamos envíos express a otras ciudades.
La mejor parte:
cuando el cliente nos escribe:
> “¡Me encantó!”
o sube una historia usándola con orgullo.
Ahí sabemos que todo valió la pena.
Una camiseta personalizada no es solo una prenda. Es una experiencia.
En RO&KA no solo vendemos ropa.
Creamos mensajes que se visten.
Cada diseño personalizado pasa por un proceso manual, honesto y cuidado.
No nos interesa producir en masa, sino conectar de verdad.
Por eso, cuando nos mandas una idea por WhatsApp, lo tomamos como un reto:
¿Cómo convertimos tu pensamiento en una prenda única?
Ya lo sabes: detrás del diseño hay manos, mentes y mucha tinta.
Gracias por confiar tu voz… en nuestras camisetas.